jueves, 17 de mayo de 2018

Evaluación del Panther. 1ª Parte

Evaluación del Panther.



De forma muy reducida, los requisitos básicos necesarios para la evaluación de las características de cualquier carro de combate vienen determinados por tres criterios:
  • Potencia de fuego
  • Protección acorazada 
  • Movilidad

Estos tres criterios pueden perfectamente representarse en la siguiente figura triangular.



Es casi imposible señalar que característica de las tres es más importante que otra, pues están interrelacionadas y potenciar una fácilmente llevaba a debilitar otra, creando a los diseñadores un dilema difícil de resolver.

El espesor de la coraza era necesario para la protección del tanque en global y asegurar su supervivencia en combate pero, un aumento de dicha protección ocasionaba un aumento del peso del carro y su consecuente merma en movilidad. Así por ejemplo, el Tiger Ausf B de 70 toneladas o Königstiger, el tanque más pesado utilizado a gran escala en combate durante la Segunda Guerra Mundial, estaba perfectamente protegido. Virtualmente, ningún tanque podía destruir su coraza frontal en condiciones normales de combate, si se añade que su potencia de fuego proporcionada por el cañón KwK 43 L/71 de 88 mm que podía penetrar el blindaje de cualquier tanque enemigo a distancias incluso de 2.000 metros, todo parecería indicar que este sería el mejor tanque de la guerra, sin embargo, estas dos características suponían una clara merma en el otro vértice del triangulo de evaluación; la movilidad. El Tiger II fue un monstruo de combate en referencia a protección y potencia de fuego pero adolecía de importantes problemas de movilidad debido a una baja proporción entre rendimiento/peso. El motor trabajaba a menudo por encima de sus posibilidades así como los componentes de la transmisión que tenían una vida útil muy corta debido al sobrepeso del tanque, sobre todo los últimos motores utilizados que estadísticamente sufrían averías a los 200 km de uso.

Otro punto importante relacionado con la movilidad era el consumo de combustible, por ejemplo, cada Tiger llegaba a consumir de 753 a 1000 litros de fuel cada 100 km., una cifra que suponía una clara desventaja comparada con los 300 litros por cada 100 km. del T-34 soviético. También habría que añadir que cuando sufría una avería en el campo de batalla su recuperación era casi imposible debido al gran peso, produciendo grandes pérdidas de unidades a veces sin haber combatido. El caso del Königstiger que aún siendo un carro de combate poderoso muestra claramente como un diseño descompensado en las características principales del tanque puede llevar a ser considerado como no apto para la moderna guerra acorazada.

Una manera de eludir el dilema en referencia a los tres criterios de evaluación del rendimiento como vehículo acorazado de combate de cualquier tanque era conseguir el equilibrio entre ellos y así no sufrir ninguna descompensación. Se debía conseguir una protección que no alterase la movilidad y disponer de la suficiente potencia de fuego para medirse contra sus oponentes. Las tres características en perfecto equilibrio daban viabilidad y funcionalidad al diseño.

Al principio de la guerra aparecieron diversas combinaciones donde alguna de las tres características solía estar descompensada, por ejemplo el carro Matilda tenía gran protección pero poca potencia de fuego y movilidad baja; los carros crucero británicos disponían de gran movilidad pero fallaban en las otras dos características, sin embargo, la aparición del carro soviético T-34 supuso un avance en cuanto a diseño global al aunar potencia, protección y movilidad. La respuesta alemana al T-34 fue el PzKpfw V Panther. Desarrollado en menos de un año, el resultado fue impresionante. En el triangulo de características propias del carro de combate ideal, el Panther se encontraría en una posición cercana al centro, sin que ninguna de sus  cualidades considerada desde un punto de vista individual llevara al detrimento de otra.

Potencia de fuego del Panther.



El cañón de alta velocidad KwK 42 L/70 que equipaba el Panther estaba diseñado para conseguir gran capacidad de penetración acorazada utilizando la granada antitanque Pz.Gr.Patr. 40/42 y consiguiendo una velocidad en boca de 1120 m/s. El conjunto de estas tres características dio como resultado un arma excepcional en términos  de penetración incluso mejores que el cañón de 88 mm KwK 36 del Tiger. El proyectil  Pz.Gr.Patr. 40/42 penetraba 170 mm. a una distancia de 1.000 m y ángulo de 90°. Estos datos deben compararse con cañones instalados en carros de combate de su mismo segmento, así el cañón soviético de 76,2 mm conseguía penetrar 61 mm. a 1.000 m. y un ángulo de 90°, el de 85 mm traspasaba 102 mm., el cañón británico de 17 libras conseguía 176 mm. de penetración mientras que los cañones norteamericanos de 75 mm M2 y de 76 mm M2 llegaban a atravesar blindajes de 67 mm. y 135 mm. respectivamente. Gracias a la alta velocidad de salida del proyectil, el cañón proporcionaba una trayectoria plana que favorecía la efectividad del disparo.

Tal y como el teniente Berger del "Grossdeutschland" remarcó:

"A distancias de 1.000 m nosotros calculábamos un 90% de impactos. Normalmente, un impacto acababa con la destrucción del vehículo enemigo, incluso los tanques pesados de Stalin. Sin embargo, teníamos problemas de suministro de la granada de alto rendimiento Pz.Gr.Patr. 40/42… Disparando con proyectiles HE conseguíamos una eficacia similar pero el impacto era significativamente inferior al de las granadas HE de 88 mm. …."

Ante estos datos podría perfectamente asegurarse que el cañón KwK 42 fue un arma espectacular. El Panther es a menudo criticado por ser "demasiado tanque para este cañón". Sin embargo las tripulaciones consideraron al KwK 42 como más que satisfactorio. El propio cañón sobrevivió a la guerra, en forma de variante francesa en el DEFA de 75 mm equipando al carro de combate AMX 13 y el coche blindado Panhard EBR 75. Las fuerzas armadas israelitas utilizaron con éxito el cañón en su M50 Super Sherman.

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