martes, 9 de junio de 2015

Torpedo Junction

Torpedo Junction




Torpedo Junction o Torpedo Alley, es la denominacion que se dio durante la Segunda Guerra Mundial a una zona marítima situada enfrente de las costas del estado norteamericano de Carolina del norte. La razón del nombre se debe al alto número de ataques que allí se produjeron por parte de submarinos alemanes, circunstancia por lo que dicha zona se ha convertido en un verdadero cementerio de barcos dentro del océano Atlántico. Casi 400 naves fueron hundidas, sobre todo  en 1942 durante el denominado "segundo tiempo feliz" y más de 5.000 marineros perecieron, muchos de los cuales eran civiles y marinos mercantes. El período de ataques comenzó en enero de 1942 y enseguida el área fue conocida por los tripulantes de los U-Boote como el "tiro al pavo de Norteamérica" o "Great American Turkey Shoot" por la facilidad de hundir barcos enemigos. Torpedo Alley abarcaba la zona que rodea Outer Banks, incluyendo el cabo Lookout y el cabo Hatteras.

El 7 de diciembre de 1941, el ataque sorpresa japonés a Pearl Harbor empujó a los Estados Unidos inesperadamente a entrar en la guerra. De forma similar, obligó al dictador de Alemania, Adolf Hitler,  declarar la guerra a los Estados Unidos. Esta circunstancia dio lugar a la puesta en práctica de un plan secreto, cuyo nombre en código era operación Paukenschlag - o "redoble". Una campaña de ataques submarinos rápida y decisiva en la costa este americana. La estrategia, concebida por el almirante Karl Dönitz, el brillante comandante de los U-boote alemanes, era conseguir tomar ventaja ante los todavía débiles preparativos de guerra estadounidense y atacar sus vulnerables y valiosas rutas marítimas, justo enfrente de la costa atlántica. Inicialmente, sólo cinco submarinos fueron asignados a dicha operación, y como comenzaron su furtivo viaje de aproximación al área de operación través del Atlántico a finales de diciembre, ni siquiera el almirante Dönitz podría prever el éxito que estos pocos U-Boote.


Zona de "Torpedo Junction", entre el cabo Hatteras y cabo Lookout.

Decir que Estados Unidos estaba mal preparado para la guerra a la que se dirigía a era no faltar a la verdad, incluso esta consideración podía quedarse corta. Los barcos de patrulla naval asignados al Atlántico eran lastimosamente pocos en número, y los que estaban disponibles eran obsoletos, lentos, no aptos para navegar o totalmente inadecuados para el uso antisubmarino. Sólo una nave, el cutter1 de 165 pies Dione, patrullaba el crucial Distrito Naval nº 5 - una sección enorme del océano que incluía las aguas de cabo Hatteras. Diseñado durante la prohibición para perseguir a los contrabandistas de ron, el Dione era un buen buque guardacostas. Sin embargo, sólo y contra experimentados U-Boote alemanes, estaba simplemente superado.

Mientras tanto, los buques mercantes iban y venían a lo largo de la costa sin precaución alguna, uno tras otro, con sus luces encendidas y a menudo sin un rumbo zigzagueante, una maniobra defensiva que hacía más difícil los ataques de torpedo. En tierra la situación estaba igual de mal. No existía restricción alguna sobre el apagón de las luces de las ciudades, de tal forma que la silueta de los barcos se distinguía claramente facilitando enormemente la precisión de los ataques submarinos, los faros y boyas de navegación permanecían encendidas, no existían aviones de patrulla marítima adecuados para tal misión y, a pesar de las advertencias de los subordinados afectados ante esta situación así como de sus inflexibles aliados británicos que incluso habían violado el código naval alemán y conocían los planes enemigos, el mando naval americano parecía ajeno a las posibilidades de un  inminente  desastre.

Como era de esperar, la tragedia llegó puntualmente. Los U-boote, con sus tripulaciones aderezadas por dos años de guerra y sin oposición defensiva norteamericana, navegaron a voluntad y atacaron sus presas con precisión depredadora. Como resultado, la cifra de buques mercantes aliados hundidos alcanzó niveles sorprendentes: de enero a junio de 1942, un total de 397 buques fueron hundidos en las aguas territoriales de América. Frente a la costa de Carolina del Norte, más concretamente donde el cabo Hatteras sirvió como punto focal de navegación, tal y como los comandantes de U-Boote pronto se dieron cuenta, fueron hundidos  muchos buques mercantes llegando el área a ser referida como "Torpedo Junction". Los petroleros en llamas resplandecían tan brillantemente en Outer Banks que desde tierra, se dijo, que por la noche se podía leer un periódico gracias el resplandor, mientras los desalentadores restos de los naufragios de guerra, - aceite, desperdicios y cadáveres - llegaban a las playas.

Los mismos alemanes estaban sorprendidos por la facilidad del dominio de la batalla. Sin embargo, continuaron operando con poco temor a  represalias, porque a pesar del rastro de destrucción masiva que iban dejando a lo largo de la costa, la respuesta por parte de la armada de los Estados Unidos fue tardía El almirante Ernest J. King, comandante en jefe de la flota de los Estados Unidos, no pareció reconocer la gravedad de lo que estaba sucediendo e ignoró las protestas de sus comandantes de primera línea. Los destructores, buques esenciales para la lucha antisubmarina, fueron desplegados en otros lugares o anclados en puerto. Cuando se pudo disponer de aviones de patrulla, fueron enviados a otras áreas. Los británicos, que eran muy conscientes de la grave situación, ofrecieron recomendaciones y naves y en ambos casos fueron rechazados. Indiscutiblemente, los alemanes intensificaron sua ataques, y el número de hundimientos seguía creciendo.


Victima del ataque submarino frente a las costas americanas.

La continua debacle marítima no pasó desapercibida para el alto mando estadounidense. De este " Pearl Harbor Atlántico " el jefe de Estado Mayor del Ejercito George Marshall escribió el 19 de junio de 1942, al Almirante King:

"Las pérdidas por submarinos en nuestra costa atlántica y en el Caribe amenazan ahora nuestro global esfuerzo de guerra ... Tengo miedo que otro mes o dos como este pueda perjudicar tanto nuestros medios de transporte que nos será imposible llevar suficientes hombres y aviones contra el enemigo en críticos teatros donde poder ejercer una determinante influencia en la guerra".

Por último, la urgencia de la amenaza de los U-Boote comenzó a dar sus frutos. Las masivas pérdidas de buques, la oportuna ayuda británica que finalmente fue aceptada y las duras lecciones aprendidas provocaron una reacción eficaz de la marina de Estados Unidos. Se implementaron patrullas marítimas de aviones de largo alcance, se instauró un sistema de convoy costero y se desplegaron más barcos de guerra antisubmarina. Incluso unos pocos submarinos enemigos fueron hundidos. Ya en el verano de 1942, los días de espectacular éxito alemán habían pasado y el almirante Dönitz sabiamente retiró sus submarinos hacia otros teatros operativos. Aunque durante el resto de la guerra se seguían perdiendo esporádicamente buques mercantes frente a la costa, la situación en nada se parecía a la masacre de principio de1942. Terminó el terror de "Torpedo Junction", pero su atroz peaje final incluyó demasiados barcos hundidos y cientos de vidas perdidas en las aguas de Carolina del Norte.


1.- Cutter, denominacion de un tipo de barco de guerra de pequeña o mediana envergadura, utilizado por servicios como la Guardia Costera de los Estados Unidos.

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